No quería tener tetas, pero me tocó.
TE RETO: A no criticar el físico de las demás personas, no sabes esto cuanto pueda afectarla y además interésate solo por mirarte tus defectos y tratar de aceptarlos en vez de querer tapar los tuyos haciendo sentir mal a los demás por aquello de lo que careces.
Aquí en mi blog yo escribo todo lo que siento y pienso, el tema de la belleza física es jodido, pero más jodido aun los complejos a los que eso nos conlleva sobre todo a las mujeres en esta sociedad en la cual hay estereotipos muy marcados de que es ser bella o no.
Quisiera contarles varias anécdotas acerca del tamaño de mis senos y dichas anécdotas para bien o para mal han generado mi concepto de belleza, abuso, sensualidad, vulgaridad, bullying y demás conceptos básicos a la hora de sentirnos acomplejados por algún aspecto físico en nuestras vidas.
Fui a puerto Colombia, una playa cerca de la ciudad de Barranquilla para los que no conocen de su existencia, con fines netamente académicos, a grabar un trabajo para la universidad y allá me encontré con unas compañeras y compañeros que también estaban grabando otro vídeo.
Una de mis compañeras apenas me ve me dice: “Como estas de blanca”, otro compañero me dice: “Se te van a explotar”, nótese que en los dos comentarios no hay un indicio de felicidad en sus vidas y nunca entiendo cuál es la necesidad de hacer sentir mal al otro.
La compañera que me dijo como estas de blanca en forma despectiva, este año planea hacerse aumento de senos, se broncea muchísimo y es adicta al gimnasio, aspectos de su vida que no me molestan, ni me interesan en lo absoluto y jamás haría un comentario sobre su aspecto físico a menos de que ella me lo pidiera.
Y del otro compañero prefiero no mencionar nada, para no herir susceptibilidades, otra compañera que escucho los comentarios me dijo: “Mari, mírame a mi yo no tengo senos y quisiera tener, no te hagas reducción si tú te sientes satisfecha con ellos, a menos de que sea porque te producen dolor de espalda o afectan tu salud”.
La respuesta que le di a todos fue casi la misma, “¿yo que hago?, ¿dónde me las escondo?, así soy y muchas veces he querido hacerme una operación de reducción, pero otras veces pienso que no es lo correcto por que debo aceptarme tal y como soy…lo que más me molesta es que algunas personas piensen que soy “perra” o “regalada” por el simple hecho de tener un escote, aun cuando tengo blusas super tapadas me preguntan si me las mande a operar y no me agradan para nada ese tipo de situaciones”.
El punto es que nadie está conforme ni agradecido con lo que es físicamente y desde mi punto de vista es un grave error, debemos trabajar día a día en nuestro autoestima, no vinimos al mundo para complacer la mirada de nadie, vinimos el mundo para empezar un viaje de aceptación y amor propio.
Desde muy pequeña este tema de los senos grandes me inquietaba mucho, mi mama tiene un tamaño considerable de senos y mi hermanito a muy corta edad, escasos 4 o 5 años vivía pendiente de que mi mama se pusiera blusas con cuello, sin escote y si tenía un escote el lloraba o le subía la blusa tratando de ocultárselas, supongo que aun en su inocencia sabía que este era un atributo que atraía miradas lascivas y críticas por parte de otras mujeres.
El punto es que a mis 7 años le decía a mi mamá que cuando yo creciera no quería tener nalgas y tampoco quería tener tetas, porque yo quería ser una nadadora profesional, literalmente soñaba con ser nadadora, yo aprendí a nadar desde muy pequeña y alcance a ganar una medalla de natación en mi colegio y ocupe el tercer lugar.
Cuando mis compañeros hablaban de que había mujeres que eran nadadoras profesionales no se referían a que supieran nadar, se referían a que no tenían nada por delante(senos) y nada por detrás(nalgas), se referían con este chiste a profesoras o compañeras de clase, yo tenía un trauma con esto, cuando empecé a crecer de edad de 12 años estaba feliz porque en mi cuerpo aún no se veía un esbozo de voluptuosidad, pero luego a los 16 y 17 empezaron a crecer mis senos y ya para esa época las mujeres no queremos ser nadadoras profesionales si no que más bien todas compiten por ser un sex simbol.
No recuerdo exactamente si fue a los 17 años que envié una foto de mis senos a un niño y este la envió por un grupo de amigos, mis papas se enteraron, hubo un escándalo tremendo, lo sorprendente de la situación fue que más personas me apoyaron y me dijeron que era completamente normal lo que había hecho pero que no volviera a hacerlo y algunas cuantas personas me juzgaron, censuraron, maltrataron, aprovecharon para dañar mi imagen y demás.
Valoro mucho la actitud de mis padres fue como: “Hija, no es lo correcto, pero te comprendemos no eres la primera ni la última, pero recuerda que la intimidad es eso, intimidad no es bueno compartirla con cualquiera y somos tus padres te amamos con tus errores y virtudes”.
Mis compañeras de estudio y amigas de mi mama no sé si por solidaridad femenina, ganas de subirme el ánimo o hipocresía me dijeron que las tenía bien puestas, que se me veían bonitas y que el hombre que las había publicado era un cobarde machista que creía que publicando sus intimidades los demás lo considerarían más hombre, Pero que lo que había hecho era un acto de inmadurez.
Muchos hombres me escribieron o hablaron con intenciones de que tuviera sexo con ellos, pero se estrellaron cuando se dieron cuenta de mi actitud petulante. El hecho de que haya pasado esto en mi vida y yo haya cometido ese error no le da derecho a los demás de juzgarme, de hecho, muchas de mis compañeras lloraron por miedo a que les pasara lo mismo que a mí, no querían que las fotos que ellas habían mandado salieran a la luz pública. Tuvieron la suerte de haberles mandado las fotos a un caballero y no a un macho man.
No me hare reducción, no me puse silicona, no uso relleno, no uso escotes para conquista, lo que yo quería conquistar hace rato lo conquiste y no fue gracias a eso, no soy perra, soy simplemente una mujer feliz y conforme con lo que es física y espiritualmente.
Mujeres ¿Quién nos entiende?, infelices porque somos muy huesudas, infelices porque tenemos carnita, infelices porque nos faltan nalgas, infelices porque tenemos mucho busto, que si somos enananas o altas, cabello ondulado o liso, que si somos morenas, monas a la fuerza o bronceadas, que si tenemos piernas de hombre o que parecen dos espaguetis. ¿ENSERIO? Aprendamos a amarnos o nadie podrá hacerlo por nosotras y nadie valorará nuestro ser, sino nuestra apariencia.